
Amelia Gamoneda.
La librería de CAZARABET conversó con Amelia Gamoneda, hija del poeta Antonio Gamoneda, y autora del prólogo y de la selección de poemas de su padre para la antología «Niñez» (Ed. Calambur, 2016):
LA EXQUISITEZ EN LA PLUMA Y EL TRAZO DE ANTONIO GAMONEDA, SE DAN CITA EN UNA ANTOLOGÍA QUE TIENE A LA NIÑEZ ENTRE EL JUEGO DE LA PALABRA Y AQUELLO QUE HIERVE ENTRE EL POETA Y SU INTERLOCUTOR, EL LECTOR.
LA SELECCIÓN Y EL PRÓLOGO CORRE A CARGO DEL CUIDADO DE UNA DE LAS PERSONAS QUE LE PUEDE CONOCER MÁS , SU HIJA, AMELIA GAMONEDA LANZA.
→ Aquí puedes leer un extracto del prólogo: «Mitología íntima»
—Amelia, no debe de ser tan sencillo el encargarse de la edición de la obra de una persona, tan íntimamente ligada a una como es tu padre. Explícanos…
—Lo importante para hacer una antología es la familiaridad con la obra, no con el poeta. Yo tengo las dos familiaridades: mejor que mejor.
—Dinos, ¿por qué te decides a dar este paso: seleccionando los poemas y realizando el prólogo? Supongo que la selección debió de ser un proceso arduo y difícil…
—Emilio Torné, el director de la colección de Calambur, me hizo el encargo. La selección y el prólogo fueron un trabajo. Pero un trabajo gozoso (algo que en sí es una paradoja).
—¿Qué tiene de particular el Antonio Gamoneda como poeta…?
—Que es muy exigente con su propia escritura.
—Os viene un poco de familia esto del amor a las letras, a los poemas… lo digo por tu abuelo paterno.
—Sí, mi abuelo era poeta y periodista. Yo prolongo modestamente esa veta familiar.
—En este libro, en esta antología de poemas, te has acercado y nos acercas a todos al Antonio Gamoneda que vuelve la vista atrás… al período de la niñez ¿Por qué?
—Esa es una edad de mi padre que obviamente yo no conocí. Y por tanto es la más misteriosa para mí.
—Aunque nunca dejamos, ni como humanos ni como poetas, de ser niños de “vivir en cierta burbuja de aquellos años atrás…” …para bien y, también supongo para mal… porque en la niñez hay y se suceden hechos positivos, pero también experiencias negativas….
—En la niñez se forja lo esencial de nuestra sensibilidad, eso es lo importante para nuestra vida.
—¿Te reconoces en los poemas o en algunos de estos poemas del Gamoneda que remira a la “niñez”?
—Sí, pero más bien reconozco lo que de mi padre hay en mí.
—La prosa poética toma en la pluma de Antonio Gamoneda más de una dimensión… la reflexiva, la de una mirada inquieta, la que se resiste a desmembrarse de, este caso, de la niñez; y la de llegar al lector de una manera tan diferente y diferencia como amena… ¿Qué nos puedes comentar?
—Todos los textos de esta antología pintan muchos tonos de la niñez, pero también muchos tiempos en los que se aloja la niñez: su vivencia, su recuerdo, su proyección en los otros.
—El hecho de ser escritor autodidacta le proporciona a sus poemas y a su prosa poética en torno a la niñez rasgos diferentes o que debamos de tener como en cuenta?. Es, no sé… quizás me lo parezca como una poesía más libre…
—He evitado voluntariamente la distinción entre verso, poema no versal y prosa en esta antología. Para que el lector transite por las diversas formas de la obra de mi padre reconociendo resonancias entre todas ellas. En cierto modo hay un hilván narrativo entre todos los fragmentos.
—Este año tu padre cumple diez años del Premio Cervantes. ¿Qué recuerdas del día en que se le comunicó este galardón?; a veces los reconocimientos, como cualquier cosa que nos pase en la vida nos influye como seres humanos, pero también en nuestra faceta profesional. ¿Le ha influido a tu padre el haber recibido este galardón?
—De aquel día lo que más recuerdo –además de la alegría– es la preocupación por organizarnos para atender a muchos e imprevistos requerimientos de los medios de comunicación y de los amigos. Sí, un premio como el Cervantes cambia mucho la vida de una persona de manera repentina. Luego las cosas se van calmando…
—En la actualidad, personalmente, soy de las que piensa que vivimos tiempos muy buenos, y desde hace muchos años, en torno a la poesía… se hace, se compone, se reflexiona y se destila en blanco sobre negro una excelente poesía en todos los campos y estilos (una cosa es que un estilo te guste más que otro), pero, creo, hay un nivel excelente. ¿Qué nos puedes decir?
—La poesía se suele mover históricamente entre dos polos: el del discurso comprensible y de representación y el de la búsqueda de los márgenes de representación y sentido del lenguaje. Cuando el péndulo va hacia el primer polo –como ocurre actualmente– se integra mejor entre los discursos que la sociedad y sus medios promocionan, y la poesía consigue tener más lectores y más practicantes. Es una opción. A mí me interesa sin embargo más la interrogación sobre los márgenes del lenguaje.
—De todas formas, comentando un poco los poemas de Antonio Gamoneda… no sé, me da que son o están un poco como “tintados” por la tristeza, por las amargas circunstancias y los tiempos que le tocó vivir, incluso por la muerte… y que eso, de manera irremediable, lo traslada a su obra. Explícanos.
—Es cierto. La biografía no siempre se traslada como relato a la poesía, pero sí aparece en ella de manera fragmentaria y, sobre todo, tonalmente. Para una obra que acompaña a la vida esa contaminación es inevitable.

Portada de la antología «Niñez» (Calambur Ed.).