
Un jovencísimo Antonio Gamoneda. Fotografía del archivo familiar de Gamoneda.
CAIGO SOBRE UNA SILLA
Cuando yo caigo sobre una silla
y mi cabeza roza la muerte;
cuando cojo con mis manos la tiniebla
de las cazuelas, o cuando contemplo
los documentos representativos
de la tristeza, es
la amistad quien me sostiene.
(Del libro Blues castellano, 1961-1966)