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En la clausura [del homenaje a César Vallejo, organizado por la Comunidad Hispano-Peruana de León y el Ayuntamiento de Astorga], Antonio Gamoneda (Premio Cervantes y Honoris Causa de la Universidad César Vallejo de Trujillo-Perú) intervenía con la ponencia ‘Recordando a César Vallejo’, en la que trató aspectos como el misterio de la aparición de la lengua poética de Vallejo que nunca se hará definible, o que el escritor peruano por primera vez inaugura la ‘Poesía de la pobreza’, aclarando que no se trataba de actitudes políticas ni éticas, sino “de la pobreza misma, de manera que no se puede decir mejor”. “Buscaba la pobreza y un día la encontró, pues la pobreza estaba en él”. “Esto -añadía Gamoneda– le ha llevado a solidarizarse con César Vallejo y escribir un poema que aún no está acabado…”, y del cual leyó un fragmento a los allí presentes.
«Este poema —apuntó Antonio Gamoneda— fue comenzado allá por mi primera visita al Perú hace 50 años, se continúa en mi búsqueda peruana de César Vallejo y el encuentro que no se produce, aunque su permanencia subsiste en las intensas cualidades de su obra, para por fin encontrarme con él en Santiago de Chuco, y el poema finaliza en la circunstancia de Vallejo y España, es decir Vallejo y nosotros”.
De este largo poema de once folios leyó al público asistente unos cuantos fragmentos cuyo comienzo es el siguiente:
‘Dietario del Perú anexo C. Vallejo y España’. (Aclaraba que esto no es un título, sino una referencia provisional)
“Crucé cien veces el museo Cárdenas escuchando mis pasos / y consideré las momias extendidas entre yute amarillo./ En el exterior ante el dintel oxidado / saludé a seis madres sentadas y apenas vestidas. / Me miraron con los ojos muy quietos / y no me contestaron. / Estaban esperando el relente…”
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Antonio Gamoneda en la Casa Panero de Astorga, el pasado 13 de mayo de 2023. Foto: Eloy Rubio Carro.