Javier Rodríguez Marcos

Entrevista con Gamoneda, sobre «La pobreza», en los vídeos de El País

Entrevista con Antonio Gamoneda, sobre la edición de «La pobreza», segundo tomo de sus memorias / Videos El País / 8 Feb 2020

Gamoneda en la portada del diario El País (sábado 8 de febrero 2020)

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El suplemento cultural Babelia (El País) publica este sábado 8 de febrero de 2020 una entrevista de Javier Rodríguez Marcos con Antonio Gamoneda, cuatro días antes de que llegue a las librerías ‘La pobreza’, su segundo tomo de memorias. Las fotos son de Carlos Rosillo.

El titular que ha merecido figurar bajo la foto del poeta en la primera página del diario, «Todo hambriento es un microeconomista», parece encontrar correlato en otra noticia, la de Philip Alston, relator de la ONU sobre extrema pobreza y derechos humanos, quien tras recorrer España durante 12 días ha llegado a la conclusión de que los niveles españoles de pobreza no se corresponden con el poder económico del país: «Los políticos españoles han fallado a los más débiles», afirma Alston.

«Todo hambriento es un microeconomista» / Una entrevista de Javier Rodríguez Marcos con Gamoneda en ‘Babelia’

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El suplemento cultural Babelia (El País) publica este sábado 8 de febrero de 2020 una entrevista de Javier Rodríguez Marcos con Antonio Gamoneda.

«Antonio Gamoneda, el poeta sin zapatos» (El País)

Caricatura de Gamoneda, por Luis Grañena.

Una antología reúne 70 años de trabajo del poeta Antonio Gamoneda, crítico con la dictadura actual del consumismo

Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Publicado en El País, el 24 de noviembre 2019

Antonio Gamoneda estuvo 15 años en huelga. No ha parado de trabajar un minuto desde que con 14 años entró en el Banco Mercantil de León como recadero y meritorio —él traduce “chico del botijo”—, pero durante tres lustros se mantuvo, en lo relacionado a la literatura, de brazos caídos. Cuando en 1966 terminó un poemario titulado Actos, la censura franquista lo devolvió al editor con dos frases demoledoras y un consejo. La frase: “Libro de versos muy malos. En ellos campa un sentido de resentimiento con toques de ateísmo”. El consejo: con un par de retoques podría publicarse. Gamoneda se negó. Era una forma de ser consecuente con la cita de Karl Marx que pensaba poner al frente de uno de los poemas: “La vergüenza es un sentimiento revolucionario”. El libro terminó publicándose como Blues castellano en 1982, con España ya de verbena y la poesía social convertida en una aguafiestas con la que nadie quería bailar….

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Antonio Gamoneda y Miguel Casado sobre José-Miguel Ullán (2009)

José-Miguel Ullán, en 2008 en su estudio de Madrid. Foto: ÁLVARO GARCÍA.

Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Publicado en El País, el 25 de mayo de 2009

«Un poeta que admirar. Un autor necesario para entender la historia de la poesía española en una de sus alas». Así definió ayer Antonio Gamoneda a José-Miguel Ullán, fallecido el sábado a los 64 años. El ala a la que se refiere el premio Cervantes de 2006 es la de la «ruptura» respecto a la tradición. Y respecto a sí mismo. «Sería difícil encontrar en España una obra tan marcada por la diversidad progresiva. O por la progresión diversificada. Ésa era la pauta de Ullán, y en ella alcanzó cotas muy altas», explicó Gamoneda, que recordó que había conocido al poeta salmantino cuando éste era «un mozalbete». «Su muerte me ha dejado tocado», dijo el autor de Arden las pérdidas.

También el poeta y crítico Miguel Casado, responsable del volumen Ondulaciones (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), que recogió el año pasado toda la poesía de Ullán, subrayó la «transversalidad» de un escritor que colaboró con pintores y músicos y que ejerció de periodista, editor y comisario de exposiciones. «Es una figura descomunal, única. No encuentro otra comparable», afirmó Casado, que ya en 1994 se había ocupado de la edición de la antología Ardicia para la colección Letras Hispánicas de la editorial Cátedra, una colección de clásicos que, por su eco en la enseñanza universitaria, llevaba décadas funcionando como toque de consagración para los escritores vivos.

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Antonio Gamoneda transfigurado por Juan Carlos Mestre

Dibujo de Juan Carlos Mestre para «Lapidario incompleto».

Antonio Gamoneda transfigurado
por Juan Carlos Mestre

Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Publicado en El País, el 5 de marzo de 2014

“Es la hora de un crepúsculo en día no señalado. La visión de las techumbres enrojecidas es inseparable del color tardío de la ciudad soñada. Mi vida se resuelve en la vida de la ciudad. Una herencia deslumbrada se entreteje con mis recuerdos; hay un poder comunal cuyos límites son bordes y fisuras de mis propios límites.

Crece la ciudad sobre los pastos invernales. Hacia los terraplenes del Torío, crece sobre las huellas del pastor. Los agrimensores alzan monedas cuyas leyendas fueron borradas por el óxido, tégulas abandonadas por las legiones de Galba, campanillas azules como las  venas  bajo  una  piel  amada.

Desde las carbonerías, la pobreza asciende a los edificios aptos para la proclamación del suicidio y los arroyos retroceden como las víboras ante el incendio. Es la pasión de las inmobiliarias. Como un monte, la melancolía crece en los pastos invernales”.

(Antonio Gamoneda)

El lunes pasado Juan Carlos Mestre, poeta y artista, leyó en Madrid este poema de Antonio Gamoneda. Lo hizo durante la presentación en el Centro de Arte Moderno de Madrid de Lapidario incompleto, un libro con 31 poemas de Gamoneda y 10 dibujos de Mestre publicado por el propio Centro en edición de 100 ejemplares.

Una versión de ese poema puede leerse en la tercera parte de Lápidas, publicado por la editorial Trieste en 1987. Fiel a su afán de reescritura, Gamoneda no ha dejado de volver a la mínima ocasión sobre sus textos. No es extraño que terminara por decir a Claudio Pérez Míguez, lo contó él mismo el lunes, que dejase de mandarle pruebas para cerrar por fin el nuevo Lapidario. De lo contrario todavía estaría reescribiéndolo.

En un acto lleno de poetas –Francisca Aguirre, Guadalupe Grande, Javier Lostalé, Jordi Doce, Julio Mas, Marta Agudo…- y de lectores de poesía, Gamoneda dio con la palabra justa para zanjar el debate en torno a la relación entre imagen y texto. ¿Ilustración? No. “Lo que ha hecho Juan Carlos es una transfiguración”. Sus poemas, vino a decir, no son los mismos después de pasar por la mirada y las manos de Mestre. Manos y mirada, si hace falta decirlo, de poeta. Un poeta que recordó la importancia que tuvo para él la lectura de Sublevación inmóvil, de Antonio Gamoneda, al que llamó “maestro”. Por supuesto, el “maestro” estuvo en desacuerdo con semejante magisterio. Por si fuera verdad que las palabras se las lleva el viento, Gamoneda las corrige antes de que se las lleve.

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Nota:

Gamoneda publicó un texto titulado “Lapidario incompleto” en 1984, dentro del libro titulado “León, traza y memoria” (A. Machón editor), con ilustraciones de Félix de Cárdenas, en el que también publicaron sendos textos Luis Mateo Díez (“Albúm de esquinas”) y José María Merino (“La vuelta a casa”). No obstante, todo apunta a que Gamoneda ha reescrito y añadido cosas a aquel “Lapidario incompleto” en este nuevo libro que sale ahora a la luz.

La nueva edición (104 páginas) se presenta en carpeta y estuche realizados artesanalmente, la primera cubierta con papel estampado a mano y lomo entelado, y el segundo, entelado. Impreso en papel Fabriano de 160 g. La tirada es de 100 ejemplares numerados y firmados por Gamoneda y Mestre.

El precio: 175 €

 

Gamoneda: «La poesía no es literatura»

Antonio Gamoneda.

«(…) En esa distinción entre la lectura de poesía y la de narrativa coincide también Antonio Gamoneda. Para el premio Cervantes de 2006, la poesía no es literatura: «La literatura descansa en la ficción. La poesía, sea clara u oscura, no. Manifiesta hechos existenciales (sufrimientos, gozos, temores), es una emanación de la vida». En opinión del autor leonés, la poesía trasciende los géneros literarios –»Hay mucha poesía en Kafka»– pero en medio del ruido de la modernidad ha perdido su función primitiva: «Empezó siendo el único medio de comunicación. Era uno de sus grandes valores en la Edad Media. Ese espacio lo ocupa ahora la televisión. Si ésta ocupa todo el cerebro de la gente, será el triunfo del consumo sobre la reflexión». (…)»

* Tomado de un reportaje de Javier Rodríguez Marcos publicado en el suplemento literario Babelia (El País): «Las mejores palabras en el mejor orden», publicado el 22 de noviembre de 2008, en el que distintos autores (García Baena, Gamoneda, Segovia, Brines, Sánchez Robayna, Atencia…) reflexionan sobre cómo la poesía trasciende los géneros literarios y, aunque está lejos de tener los lectores de la narrativa, ha conseguido salir de su propio gueto.

«Gamoneda vuelve a la guerra», un artículo de Javier Rodríguez Marcos en El País (2009)

Caricatura de Antonio Gamoneda, por SCIAMMARELLA.

Gamoneda vuelve a la guerra

Una película y varios libros repasan la trayectoria del poeta y premio Cervantes

Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Publicado en el diario El País / Sevilla / 7 MAR 2009

«He aprendido que los poemas se escriben en cualquier parte, en los trenes, en los aeropuertos, en los hoteles…». Lo dice Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) en un hotel, precisamente. En Sevilla. Ha pasado allí toda la semana, en un congreso titulado Factor humano en el que el premio Cervantes de 2006 dio una conferencia titulada El mundo del poeta. Todavía tardará en volver a León. El lunes estará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid presentando Antonio Gamoneda. Escritura y alquimia, una coproducción hispano-argentina impulsada por el cineasta rioplatense Tristan Bauer –que en 1994 realizó un documental ya clásico sobre Julio Cortázar– y dirigida por Enrique Corti y César Rendueles.

El estreno del filme coincide además con la aparición de Extravío en la luz (Casariego), una edición de seis poemas inéditos con grabados de Juan Carlos Mestre, y con Iluminaciones. Antonio Gamoneda (RD Editores), un descarnado retrato del poeta y del León de la Guerra Civil firmado por el novelista Andrés Sorel.

La película se rodó en 2007 en los escenarios cotidianos de Gamoneda, sobre todo en su casa, pero también en los bosques por los que solía pasear antes de que un accidente –lo atropelló una furgoneta– le dejara «las tabas maltrechas». «Un día, en el rodaje, pasé dos horas con los pies en la nieve», recuerda el autor de Libro del frío, que considera que sale «demasiado» en su propio documental. «Otro fuimos a la casa en la que viví de niño, en el Crucero, el barrio obrero de León».

Esa casa es, además, fundamental en Un armario lleno de sombra, unas memorias de infancia «nada gloriosas» que Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores publicará esta misma primavera. En un balcón del número 4 de la carretera de Zamora pasó Antonio Gamoneda sus primeros años en León: «No se me olvida el sabor del hierro oxidado. Al morir mi padre, mi madre aguantó poco en Asturias. Era asmática y los médicos le dijeron que se fuera. El clima la estaba matando. Yo tenía tres años cuando nos instalamos en la casa de mi madrina, mujer de un ferroviario».

Todavía hoy Gamoneda es capaz de calcularle a su interlocutor la mejor combinación para viajar en tren. «En aquella casa los trenes eran los reguladores del tiempo. ‘Ya viene el correo de Galicia. Ahí pasa otro’, decíamos. Me impresionaba cómo se perdían en la chopera, la desaparición». Con la Guerra Civil –»de la que tengo recuerdos más precisos que de cosas de hace 15 días»–, los trenes empezaron a llegar cargados de republicanos camino de la cárcel instalada en el hostal de San Marcos. Para evitar que los presos pasaran por la zona noble de la ciudad, detenían los trenes antes de llegar a la estación y los conducían bajo el balcón de Gamoneda.

«Aquel barrio», apunta, «fue de los que más represión sufrió. Se oían los gritos de las mujeres a las cuatro de la mañana. Frente a mi casa había una viuda loca que se paseaba desnuda y gritando por la noche».

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Antonio Gamoneda: “Soy un indignado que disiente”

Antonio Gamoneda. Fotografía: El País.

Antonio Gamoneda. Fotografía: El País.

Antonio Gamoneda: “Soy un indignado que disiente”

El escritor leonés publica su primer libro de poemas después de la concesión del Premio Cervantes en 2006.

En ‘Canción errónea’ conviven la recapitulación del pasado con la preocupación por el presente

Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
(Entrevista publicada en El País, el 31 de octubre de 2012)

Premiar a un escritor es a veces una manera de impedirle escribir. Sobre todo si el premio es tan grande como el Cervantes, que en 2006 lanzó a Antonio Gamoneda —leonés nacido en Oviedo en 1931— a una vorágine de reconocimientos que parecía no terminar nunca. Tuvo, eso sí, tiempo de darle hace tres años el último vistazo al primer tomo de sus memorias —Un armario lleno de sombra (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores)— y de publicar, con grabados del poeta y pintor Juan Carlos Mestre, Extravío en la luz (Editorial Casariego), un adelanto del libro que acaba de publicar, Canción errónea (Tusquets), su primer poemario en ocho años y el primero después del galardón que estuvo a punto de sacarlo de la circulación. “Estaba hartísimo de viajar, cansado”, cuenta el poeta con la maleta al lado. Esta vez está en Madrid para participar en un acto de la Biblioteca Nacional junto a Mario Vargas Llosa y asistir después al patronato del Instituto Cervantes. A la espera de cambiar de hotel, recuerda: “Empecé a darme cuenta de que no trabajaba. Tenía algún apunte poco menos que inservible. En esas estaba cuando me invitaron a Pekín y al Tíbet. Consulté la altitud: imposible. Fue la ocasión de cortar. Y mira, apareció este libro, tengo prácticamente terminado otro más breve también con dibujos de Juan Carlos MestreLas venas comunales, se llama— y 100 folios que me convencen muy poco de la segunda entrega de las memorias”.

PREGUNTA. ¿Por qué no le convencen?

RESPUESTA. La musa, esa indecente, viene para mí más bien en la reescritura. La segunda parte de las memorias es muy complicada porque recoge desde el día siguiente a mis 14 años, cuando empecé a trabajar como recadero en el Banco Mercantil, hasta el día anterior a mi casamiento. Del año 1945 en adelante. Eran los tiempos de las clandestinidades y no quiero mentir, pero sé que hay verdades que a algunas familias les harían mucho daño. Con ese libro tengo un problema de conciencia que no sé cómo ventilar. Tiene que decírmelo la propia escritura: “Por aquí” o “déjalo”.

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Gamoneda en una caricatura de Loredano (diario El País)

Antonio Gamoneda visto por Loredano, en el diario El País (2007).

Antonio Gamoneda visto por Loredano, en el diario El País (2007).

Esta es la caricatura de Antonio Gamoneda realizada por Loredano que acompaña una noticia publicada en el diario EL PAÍS el 21 de abril de 2007, tres días antes de que el poeta recogiera el Premio Cervantes.

La caricatura acompaña un artículo titulado «Próxima parada, Gamoneda», de Javier Rodríguez Marcos.