
Antonio Gamoneda y, al fondo, Miguel Casado, en Astorga, en julio de 2017. Foto: Eloy Rubio Carro (astorgaredaccion.com)
El tiempo lee poemas
«Descripción de la mentira es un cuerpo de insólita materialidad, que arrastra con su impulso, pero también es un espacio verbal de pensamiento, de exploración del sentido de la vida y de la identidad personal, y ambos se comunican y funden: las imágenes se hacen lúcidas y sensoriales las abstracciones…»
Un artículo de MIGUEL CASADO
Artículo publicado en Rebelión el 22-06-2019
No sé si hay en la poesía española de las últimas décadas muchos momentos tan cargados de sentido como el inicial de Descripción de la mentira: en él una mirada toma perspectiva para hacer balance del largo silencio que la antecede, silencio personal y colectivo –“era un país cerrado, la opacidad era la única existencia”–, y en ese mismo gesto encuentra también la voz para expresarlo. Una voz nueva, “sin semejanza”. El libro apareció hace poco más de cuarenta años. Ese momento parece, desde el punto de vista del autor, de Antonio Gamoneda, una experiencia de concentración temporal y existencial que no se agota: el vívido e instantáneo pasar de toda una vida ante los ojos, mientras afloran los múltiples estratos de sucesos y personas, confundidos primero, hasta que poco a poco van dando con su lugar –el que tuvieron en otro tiempo, el que retienen en su onda expansiva. Y me digo que, si hace de eso cuarenta y dos años, hace ya también muchos, treinta y seis, de la primera vez que leí el libro y escribí sobre él, y que no me resulta fácil evocar ese momento después de haberlo leído tanto, de haber escrito tantas páginas sobre él. Perdura, sí, la imagen del impacto y la sorpresa, de la novedad de aquella lengua y la fuerza de su mundo, de su música, y el poder de las imágenes, la atracción de su oscura densidad.
Viéndolo desde ahora, se diría que el tiempo lee poemas. Por supuesto, el debate inconcluso en España sobre la memoria histórica –que es un debate sobre la guerra civil de 1936-1939, que sigue abierto–, o la creciente quiebra del relato oficial de la llamada transición democrática de los años 70, resuenan hoy en estos versos junto a la “tierra desposeída de sus tumbas” o la conciencia de ser un superviviente en un país sometido a la destrucción, y forman parte de la lectura. Pero hablo sobre todo de una temporalidad propia de la poesía, de la lentitud o el calado de sus palabras. A través de los años la lectura ha ido posándose, alimentándose del texto y quizá también alimentándolo a su manera; las distintas escenas e imágenes se han ido iluminando, tendiendo vínculos, y una extraña literalidad se ha impuesto. Y, por ofrecer Descripción de la mentira la génesis de una lengua, cada texto posterior de Gamoneda parece influir en la percepción de ese origen.